EL DIARIO A DIARIO

Por Julio Cortázar

Un señor toma el tranvía después de comprar el diario y ponérselo bajo el brazo. Media hora más tarde desciende con el mismo diario bajo el mismo brazo. Pero ya no es el mismo diario, ahora es un montón de hojas impresas que el señor abandona en un banco de la plaza. Apenas queda solo en el banco, el montón de hojas impresas se convierte otra vez en diario, hasta que un muchacho lo ve, lo lee, y lo deja convertido en un montón de hojas impresas. Apenas queda solo en el banco, el montón de hojas impresas se convierte otra vez en un diario, hasta que una anciana lo encuentra, lo lee, y lo deja convertido en un montón de hojas impresas. Luego se lo lleva a su casa y en el camino lo usa para empaquetar medio kilo de acelgas, que es para lo que sirven los diarios después de estas excitantes metamorfosis.

Julio Cortázar (1914-1984), de Historias de Cronopios y de Famas, 1962

O JORNAL DIÁRIO

Por Julio Cortázar



Um homem pega o bonde depois de comprar o jornal e o coloca debaixo do braço. Meia hora mais tarde retorna com o mesmo jornal debaixo do mesmo braço. Mas já não é o mesmo jornal, agora é uma pilha de folhas impressas que o homem deixa em um banco da praça. Assim que fica sozinha no banco, a pilha de folhas impressas se transforma novamente em jornal até que um jovem o vê, lê, e o deixa convertido em uma pilha de folhas impressas. Assim que fica só no banco, a pilha de folhas impressas se torna outra vez um jornal até que uma velha mulher o encontra, lê, e o deixa convertido em uma pilha de folhas impressas. Então ela o leva para sua casa e no caminho usa-o para embalar meio quilo de acelgas, que é para o que servem os jornais depois dessas excitantes metamorfoses.


Julio Cortázar (1914-1984), El diario a diario, (de Historias de Cronopios y de Famas, 1962)

Traduzido ao português por Angela Schnoor